«¿Alejarme del Duque Raven? ¿Por qué?»
Traté de preguntar por qué, pero no pude hablar más porque habíamos llegado al salón.
La personas inclinaron sus cabezas al vernos entrar. La multitud se dividió en ambos lados en cuanto caminamos a través de ellos. En la parte delantera del salón se encontraba un solemne trono. Y lujosas sillas a ambos lados.
Pertenecían a Blanche y a mí. Blanche ya estaba sentada.
— ¡Abigail! Me preocupaba que llegara tarde.
— Princesa Blanche, ¿Lo está pasando bien? ¿No es difícil llevar el atuendo?
— ¡Sí, sí! Es tan ligero que no hace calor ni es incómodo.
Blanche agarró el dobladillo de su vestido y lo sacudió. Sabelian abrió la boca mientras miraba el vestido.
— Nunca había visto un vestido como ese antes. ¿Qué diseñador lo creo?
«Bueno, no importa si soy honesto contigo, ¿verdad?»
Dudé por un momento y dije:
— Es un vestido que diseñe.
— ¿Tu, esposa?
Parecía un poco sorprendido. Podía sentirlo mirándome más cuidadosamente a mí y a la ropa de Blanche.
— No sabía que mi esposa tenía este talento.
— ... ¿Estás siendo sarcástico?
— De ninguna manera.
De alguna manera parecía sarcástico ... Lo miré y volví los ojos hacia el centro del salón.
Había una canción ligera en el salon, y vi a jóvenes en su adolescencia bailando con una sonrisa. Sabelian bebió vino y nos miramos cara a cara.
Estaba mirando algo, en ese momento Millard que estaba parado detrás de él, le susurró algo al oído.
No sé de qué hablaban, pero la expresión de Sabelian se volvió seria.
Giró los ojos y me miró. «¿Qué será lo que está mirando?» Luego se giró y le dijo a Blanche:
— Blanche.
— ¿Sí Majestad?
— Sígueme.
Fue una llamada repentina. Mientras Blanche entraba en pánico y olvidaba su respuesta, Sabelian caminó hacia el centro del salón.
Las personas comenzaron a dispersarse como las ovejas, como si estuvieran evitando a los depredadores. Mientras Blanche seguía mirando con ojos perplejos, Sabelian habló en un tono contundente.
— ¿Te gustaría bailar?
Hubo un momento de silencio. Mientras tanto Sabelian estaba esperando la respuesta de Blanche con una cara tranquila.
— Si no quieres bailar, es suficiente.
— ¡Oh no sí quiero!
Blanche luego salió corriendo al centro. Los dos se miraron en silencio. Sabelian extendió la mano.
Un padre y su hija. Es un acto común y natural, pero de alguna manera mi corazón comenzó a latir. La vacilante Blanche sostuvo su mano con cuidado.
La actuación pronto se reanudó. Con el sonido estimulante de la música, la pareja bailó.
Blanche estaba tan rígida como una muñeca de madera, pero estaba orgullosa de ella.
Blanche quería bailar con Sabelian, fue realmente bueno. Al mirar a los dos con un corazón feliz, alguien se acercó a mi.
— Gracias. — Fue Millard quien dijo esas palabras.
Al voltear la mirada, le eche un vistazo, estaba mirando al centro del salón con las manos en la espalda.
— ¿Sobre que? Lord Millard.
— Gracias a ti, has acercado a Su Majestad y a Blanche.
Seguí mirando a Millard.
«Ese es el Millard que conozco, ¿verdad? Ha pasado mucho tiempo desde que Millard me dio las gracias.»
— Estoy sorprendida. Pensé que no me tenías mucho cariño.
— …
«No lo negó. Esto es divertido. Es mucho más fácil lidiar con este lado de él.»
— Bueno, realmente no odio a Lord Millard.
De nuevo no respondió. Iba a mirar su expresión, pero lo dejé. Estoy segura de que solo tendrá una mirada vacilante en su rostro.
Mientras tanto, la canción terminó. Y pronto los aplausos llenaron el salón. La cara de Blanche estaba llena de alegría.
Vino corriendo hacia mí a toda prisa después de que se inclinó ante Sabelian.
— ¡Abigail, Abigail! ¿Lo vio?¡Bueno, no me equivoqué y lo di todo hasta el final!
Su carita estaba llena de emoción.
«¡Buen trabajo, buen trabajo, mi bebé!»
Mirando su cara emocionada, quería morderle sus mejillas.
— Bien hecho, Princesa Blanche, Su Alteza también estará complacido.
Hubiera sido menos fría si no estuviéramos rodeada de personas. Respondí a Blanche con una cara calida y unas palmadas en su cabeza, y antes de que me diera cuenta, Sabelian se acercaba.
— Su Alteza, fue un baile maravilloso.
— No fue mucho.
A pesar de los elogios, su expresión era seria. Se paró frente a mí como una estatua por un momento.
«¿Por qué haces esto sin decirme?»
Tan pronto como estaba a punto de preguntar por qué sucedía esto, Sabelian lentamente extendió su mano. Eran manos desnudas sin guantes.
— Me gustaría bailar con mi esposa esta vez.
— ¿Qué? ¿Con Abigail?
Pude escuchar la voz de Millard. Conocía la situación de Sabelian. Así que no comprendía lo que pasaba.
Sin embargo él no conoce el entrenamiento especial que hemos estado haciendo Sabelian y yo todas las noches.
Sabelian solo miró a Millard por un momento, pero no respondió. Él todavía se mantenía cerca de mi.
Fue una mano firme y recta. Dedos hermosos y suaves que se mantenían estirados frente a mi. Era la mano que me sostenía todas las noches desesperadamente.
Pude ver sus dedos temblando de tensión.
— No tiene que esforzarse, Alteza.
— No es mucho.
Ojos serios y decididos. Sabelian se inclinó ligeramente y me susurró al oído.
— Realmente quiero bailar con mi esposa.
Estaba firmemente decidido. En ese caso, no tengo más remedio que aceptarlo. Tomé su mano. Las manos de Sabelian se mantuvieron frías.
Podía sentir que estaba temblando, pero aún así no me soltó la mano.
Bajamos sin decir una palabra. Lord Millard todavía nos miraba sin comprender.
Lo mismo era para los demás. Nos miraban con caras perplejas.
— Su Alteza bailara... Con la Reina?
— Nunca habían bailado antes.
Me puse aún más nerviosa después de escuchar eso. Mientras intentaba respirar profundamente, desde algún lugar sentí una mirada ardiente.
Miré a mi alrededor buscando al dueño de dicha mirada.
Eran tres personas las que me miraban fijamente.
Uno era Lord Moise. Parecía bastante sorprendido. Uf, gracias a esa mirada supongo que me mantendrá tranquila un tiempo.
Y las otras dos miradas era de los personajes principales, el Duque Stoke y Karin.
Bueno, afortunadamente, parece que le sacaron el caviar.
Estaba tratando de ayudarla a mi manera, pero Karin no se veía bien. Los ojos de Karin ardían de celos. No sabía que obtendría esa mirada. Era una mirada que nunca había obtenido en mi vida anterior.
Pensé que estaría orgullosa de ser visto por los celos, pero no fue tan agradable como pensaba.
La malicia de alguien tocando mi piel fue tan feroz y dolorosa como una golpe. Como si la mirada fuera la maldición de una petrificación. Parecía que algo se había endurecido dentro de mi.
De repente, recuperé el sentido y descubrí que solo Sabelian y yo nos encontrábamos en el centro. Todos nos miraban.
Mirada curiosas, miradas de sorpresas, miradas , miradas …
«Ahora que lo pienso, es la primera vez que bailo en un lugar tan lleno de gente... ¿Podré hacerlo bien?»
Mientras dudaba, alguien me apretó la mano con fuerza.
— Abigail.
Sabelian estaba sosteniendo mi mano. Era una mano fuerte, de alguna manera acabo de recordarlo a él bloqueando a Raven.
Incluso entonces y ahora, de alguna manera me sentí protegida por Sabelian.
— Está bien. No te pongas nerviosa.
Solo después de escuchar su voz recuperé el sentido. Entonces me eché a reír. Porque a él todavía le temblaban las manos.
Estaba nervioso. Pero él me consoló a que yo no lo estuviera.
Me sentí agradecida. Fue lindo por alguna razón. No podía creer que sea él quien está nervioso y aún así este pensando en los demás.
— Gracias. Estoy bien ahora.
La mirada de lady Karin seguía siendo dolorosa pero insignificante a la vez. Sabelian asintió y luego le dio una señal a la banda.
Pronto la música comenzó a fluir, era una melodía suave y apagada. Conté los latidos de mi corazón y luego moví los pies al ritmo ...
«¿Qué?»
Me detuve. Sabelian no se movía.
La música fluía sin cesar con el tiempo. Y mientras tanto, Sabelian y yo nos manteníamos inmóviles.
Podía sentir a los demás mirándonos de una manera extraña. Pude ver a Sabelian mordiéndose el labio inferior. Sus hombros temblaron débilmente.
— Lo siento, Abigail. Solo… espera un momento, solo un momento...
«¿Oh, fue demasiado?»
Pero aún así , él todavía sostenía mi mano. Después de un momento, hice una gesto de aviso para que dejaran de tocar.
— Perdí el ritmo. Iniciemos de nuevo.
Después de decir eso, me encargaré de ser yo quien cuide de él.
— ¿Por qué no bailamos junto a los otros? El salón es demasiado espacioso para nosotros.
Todos nos miraban, así que Sabelian parecía más nervioso. Tal vez se sentiría mejor si hubiera otras personas a su alrededor.
La gente intercambio miradas entre sí. Pero nadie dio un paso adelante fácilmente.
Entonces, una voz familiar vino de entre la gente.
— ¡Padre, baila conmigo!
— ¿Que, Clara?
Era la voz de Clara. El suegro de Clara salió avergonzado, pero se sintió atraído por su hija.
— ¡Norma baila conmigo! ¡Vamos, vamos!
— Sí. Vamos, hermano.
Norma también salió sola con un joven que se parecía a ella.
Norma, Clara … Sentí que mi corazón latía. Tan pronto como salieron, sentí que la atmósfera comenzó a mejorar un poco.
Otros empezaron a salir solos, uno por uno. Mientras tanto, susurré en voz baja a Sabelian.
— ¿Qué te gustaría hacer? Incluso si renuncias está bien. Está abarrotado de personas, así que estará bien retirarse.
— ... No, me gustaría intentarlo. Si no bailas aquí, estarás en problemas. Vamos.
Todavía Lord Moise y Lady Karin nos miraban. Después de asentir con la cabeza, lo atraje suavemente hacia mí.
— Está bien. Entonces confía en mí, Alteza. Yo me encargaré de todo.
— ¿Qué?
— No pienses en bailar, solo sigue mi ejemplo. Está bien si te equivocas. Así que relájate y diviértete.
Las habilidades de baile de Abigail eran algo de qué jactarse. Si un lado era veterano en el baile, podría cubrir hasta cierto punto, incluso aun si el otro lado era principiante.
Si lideró bien, lo resolveremos.
«Confía en mí Sabelian, me encargaré de todo.»
Traductora : Yuki Nozomi y Correctora:Memi