«Especial, especial.»
Por alguna razón, fue un comentario que revoloteo mi corazón. ¿Acaso es este el sentimiento cuando ganas una medalla?
Él solo se acostumbró a mí. Ya sea decir que sea bueno o no .
Pero si es posible, sería mejor no interferir con su vida diaria. Me mantuve reflexionando eso en mi mente y dije.
— Entonces, ¿Por qué no practicas agarrado de la mano con otras mujeres además de mí?
— ¿Quieres que tomé la mano de otra mujer?
Me miró a los ojos. Oh, de alguna manera no podía volver la cabeza. Solo veía su rostro en la oscuridad.
— No, no es eso...
Tartamudee avergonzada. Mantuvo sus ojos en los míos, como si yo fuera lo único en el mundo.
— No siento la necesidad de practicar con otra mujer, ya que no voy a tener que estar con otra mujer.
— No, pero aún así tendrás que bailar con otra mujer…
— No hay tal cosa.
«¿Eso ya está determinado? ¿Por qué estás tan decidido en no hacerlo? No se que decir.»
— No, pero... estás ocupado con asuntos estatales. ¿Crees que aun necesitas venir todas las noches?
En el momento en que lo mencioné, la cara de Sabelian cambió. Esa mirada sorprendida me despertó.
«¿Quizás los ojos de Sabelian contienen magia?»
Parecía que los ojos solo estaban llenos de magia o sorpresa.
«¿Dije algo que no podía decir? ¿Por qué está tan sorprendido?»
Dudó por un momento y luego abrió la boca.
— Lo que estás intentando decir es que...
«Si. ¿Que quiero decir?»
— ¿Quieres decir tener una habitación juntos?
«¡No, eso es algún tipo de interpretación creativa! »
Casi salté de la silla. ¿Cómo puedes interpretar que no debemos visitarnos todas las noches a algo como eso?
Mientras tanto, la expresión de Sabelian era tan seria que de repente me asusto. ¿Qué pasa si malinterpreta que voy tras él como una lasciva?
— ¡No es eso!
Agregue para evitar cualquier tipo de malentendido. A este ritmo, era probable que la relación con Sabelian se desplomaria nuevamente.
— Como te dije antes, ¡Nunca he esperado una historia de amor o su corazón! ¡Ni siquiera un poco! No hay más que eso. ¡Así que no te preocupes!
Hice señas y apoyé mi inocencia. Sin embargo, cuanto más apelaba, más se volvía vaga la expresión de Sabelian.
«Mierda.¿No funciona? ¿Me ves como alguien lascivo?» Hablé con voz profunda con todo mi corazón.
— No tengo intención de unirme a ti. Su majestad lo dijo antes, me dijo que no me acercara, que fuera como si estuviera muerta. También me gusta dormir sola. ¡Eso es un alivio! — Alcé el pulgar. — ¡Solo confía en mí! ¡Porque no me gustas!
«¿Me crees, verdad? Créeme, Sabelian. No seré un problema para ti. Así que no me tengas miedo, ¿de acuerdo?»
Lo miré con tan sinceros deseos. Sabelian era solo una cara en blanco. Sentí que tenía un tipo diferente de shock que antes.
No sé por qué ... Pero parece que fue golpeado por mis palabras.
— No deseas mi corazón ni un poco.
— ¡Sí!
Sabellian dejó caer la cabeza. Finalmente entendió mis verdaderos sentimientos.
«Uf, gracias a Dios. Pudo haber sido un desastre.»
No podía levantar la cabeza, tal vez porque estaba avergonzado de su error.
«¡Joder, está bien! Puede pasar. Está hermana lo entiende todo.»
Me las arregle para contenerme de darle una palmadita en la espalda. Entonces, de repente, vi el reloj colgado en la pared.
— Es casi medianoche.
Pronto la fecha estaba a punto de cambiar. Solo después de escuchar eso, Sabelian se levantó.
— …Entonces discúlpame. Descansa bien.
Se alejó tambaleándose de la habitación. El hombre parecía bastante demacrado. Bueno, debes de haberte avergonzado mucho…
Afortunadamente, se evitó el malentendido. Eso pudo haber sido un desastre. Me tumbé en la cama con un suspiro de alivio.
Por cierto, me preocupa la fiesta del té. Las criadas me ayudarían a prepararlo, así que terminará bien. Pero si es posible, quiero acercarme a las demás personas.
«¿Qué tengo que hacer?»
Después de pensarlo un momento, me puse a trabajar.
Entré en una pequeña habitación que utilicé como mi estudio. Cuando encendí la linterna, vi algunos diseños y papeles.
«Todo bien. Veamos qué sucede, hagamos las cosas en lo que soy mejor. Haré la ropa nueva de Blanche … »
Cogí un lápiz, el sonido del desgaste del grafito resonó por todo el lugar.
۩۞۩
Como para marcar el final del verano, el sonido de las cigarras venía de vez en cuando.
Sabelian miraba por la ventana. Su mirada reposaba en la residencia de Abigail.
Los guardias vigilaban el palacio, pero hoy los soldados estaban situados en un área remota, no en la entrada.
La mirada de Sabelian quien miraba al guardia se volvió hacia un lado. Pudo ver a dos jóvenes entrar al palacio.
—¿Todavía no hay alguna noticia del lado de Abigail?
— Sí, no tengo noticias.
A pesar de la respuesta de Millard, la expresión de Sabelian era silenciosa. Normalmente se mostraba indiferente, pero ahora Millard lo notaba nervioso.
Cuando la señorita Karin recomendó una fiesta de té, Sabelian se mantuvo preocupado.
La Princesa Stoke no recomendaría una fiesta de té con un corazón inocente. La sangre de Stoke corre por sus venas, incluso si era joven.
— ¿Debería haber aumentado la seguridad? — Él murmuró eso.
Eso ya estaba hecho y él no estaba satisfecho, aún cuando la seguridad se mantenía estricta como un lugar donde se harian negociaciones sobre el final de la guerra.
— Su Majestad. Se dice que visita la habitación de la Reina todos los días.
Ante ese comentario, fue sólo entonces que Sabelian volvió la cabeza. Millard habló con calma.
— ¿Será que tienes planeado crear un nuevo sucesor?
¿Estamos con eso otra vez? Sabelian tenía sentimientos desagradables pero no los expreso. Habló en un tono tranquilo.
— Si.
No tenía que explicar lo que sucedía con Abigail y él. El malentendido tenía sus propios beneficios.
En estos días, aunque solían alentar a molestar en la creación de un nuevo sucesor, últimamente todos se mantenían en silencio. No era malo pretender tener intimidad con Abigail.
— Entonces ¿No sería mejor para ti unirte a la Reina? Digo, en una habitación combinada.
Cuando escuchó la palabra, Sabelian se endureció como si hubiera sido golpeado en el pecho.
La última vez, cuando menciono la palabra "habitación conjunta", Abigail estaba perpleja como si la hubieran enmarcado.
Ella lo negó con todas sus fuerzas. Cada palabra que decía Abigail era como ser golpeado por una flecha en llamas.
La flecha se hundió en el corazón de Sabelian. La flecha voló sin interrupción. Finalmente, el objetivo se quemó y quedó en cenizas.
Ella es tan ... No sabía que lo odiaría. No, en realidad era natural pensar en lo que dijo.
¿No fue él mismo quien dijo: "No puedo darte amor", "No toques mi cuerpo" o "Actúa como si estuvieras muerta”?
Ahora que lo pensaba, sentía arrepentimiento. ¿Por qué habría dicho algo tan grosero? Si lo hubiera dicho más suavemente, ahora lo del cuarto compartido…
— ¿Su Alteza?
Sabelian inconscientemente golpeó la cabeza de Millard. No, ¿Qué demonios estaba pensando? ¿Parecía querer compartir cuarto? Eso era ridículo.
— ¿Estás bien, Alteza?
— Está bien. Solo quería refrescarme la cabeza por un tiempo.
Sabelian fingió estar tranquilo. Pero tenía la cara tan blanca como si su rostro quedará sin sangre.
Millard no pudo decir nada más, pero miró por un momento. Después de tragar un poco de saliva, abrió la boca.
— Estaba un poco... sorprendido.
— ¿Qué?
— Bueno, estas cambiando poco a poco.
Ante el comentario, Sabelian frunció el ceño. Como si no lo entendiera.
— ¿He cambiado?
— Si, ¿No lo sientes?
Cuando compartía su comida junto a Abigail, Millard sintió el mayor cambio.
A inicios, cuando Abigail participaba en la cena, la expresión de Sabelian era como una persona que asistía a una reunión estatal. Solo respondía preguntas con los ojos en el frente, pero nunca hablaba primero.
Luego comenzó a mirar a Abigail y Blanche desde un punto en adelante.
Incluso en la fiesta del té de hoy.
Era asunto de Abigail, pero él se encargaría de eso, podría no prestarle atención.
No había amor o afecto hacia Abigail, pero había un escalofrío en sus ojos. Sabelian aún no conocía su verdaderos sentimientos.
«¿Pero no son así las cosas ahora?»
Se había puesto nervioso cuando escucho de la habitación combinada y él golpeó su cabeza. Era algo que Millard nunca había visto en su vida.
Pero la expresión de Sabelian era tan dura que se tragó sus palabras. No importa cuánta evidencia tenga, era obvio que lo negaría.
— Su Gracia, ¿puedo pasar?
Mientras tanto, podía escuchar la voz de un sirviente afuera de la puerta. La voz logró suavizar la expresión de Sabelian.
— Adelante.
El criado entró en la habitación cuando le dieron permiso. Sostenía una caja que era larga a lo largo.
— ¿Qué demonios es eso?
— Es de parte de la Reina Abigail.
Cuando se mencionó el nombre de Abigail, su rostro se iluminó. Era como si se hubiera derramado un salvavidas en la boca de un hombre moribundo.
— Dámelo.
Sabellian se levantó de su asiento y recibió una caja plegable.
Normalmente, le habría dicho que lo dejara y se fuera. Pero abrió la caja sin vacilar. Y pronto una mirada de sorpresa pasó por su rostro.
۩۞۩
Un olor dulce fluía por la mesa del salón. Macarrones tan coloridos como las flores en el jardín, derramados con mucha mantequilla, crema de choux espolvoreada con polvo de azúcar blanco como la nieve…
Había un aroma dulce en el té que las doncellas quemaron cuidadosamente. La mesa estaba completamente llena de comida, fue preparada con todo el corazón y alma.
— ¡Oh, qué hermoso vestido usa la Princesa Blanche hoy!
— Gracias…
Rodeada por jóvenes, Blanche llevaba un vestido de muselina blanca. Basado en el vestido, la mesa estaba puesta con mangas y volantes aumentados.
— Es tan lindo como lo cambiaste así. Me gustaría probar esta ropa la próxima vez también.
— Como se esperaba, Abigail tiene buen ojo.
Todos las jóvenes llevaban vestidos Chemise. Podía estar orgullosa de escuchar todos los elogios, pero solo se sentía incómoda.
— Gracias por el cumplido. De todos modos, señorita, tus aretes te quedan bien. ¿Qué es lo más popular en la sociedad en estos días?
— Bueno, por supuesto, ¡La idea de la Reina de un vestido Chemise!
— Así es. Creo que eres un genio. ¿Cómo puedes hacer ropa tan hermosa?
La señoritas derramaron sus halagos como si hubieran esperado para hacerlo. Abigail suspiró por dentro ante la furiosa reacción.
Desde hace un momento, cuando Abigail hablaba, las jóvenes estaban abiertamente ocupadas halagandola.
Abigail sintió pena e incomodidad por las damas. No quería escuchar halagos, solo quería conversar cómodamente.
Había una atmósfera incómoda. En ese momento alguien entró en la habitación. Fue una encantadora chica rubia, era la señorita Karin. Ella sonrió brillantemente.
— Llego un poco tarde, ¿no?
Los ojos de las damas, incluida Abigail, se abrieron de sorpresa. Fue por el atuendo de Karin. Llevaba un vestido que las jóvenes nunca habían visto antes.
Traductora: Ann y Correctora: Memi