Podía ver a Clara vitoreando con su cara de felicidad mientras Sebelian salia del comedor
¡Oh, cobarde! ¿Provocas este estado de ánimo tan malo para luego salir de aquí huyendo?
Los ojos de los que nos rodeaban eran tan brillantes que, incluso en medio de la noche, no necesitaria de ninguna luz.
Blanche sonrió alegremente. Me tragué las lágrimas. La comida terminó siendo salada el día de hoy…
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— Buen té, Princesa Blanche, debe de haber cambiado las hojas de té.
— Oh, sí. Supongo que sí…
Karin levantó con gracia su taza. La taza estaba llena de té de naranja. Karin se sentó frente a Blanche. Solo eran dos chicas disfrutando de una bebida.
Hoy fue el día de las frecuentes visitas de Karin. Para ser exactos, la visita del Duque de Stoke y Karin.
Aunque estuvo ausente hoy debido a su trabajo ocupado, el Duque Stoke solía presentarse a charlar a la hora del té con el pretexto de ver a su nieta.
Era más agradable hablar comodamente con jóvenes de la misma edad, fue así que tía y sobrina que compartían una edad aproximada se mantenian tranquilas.
Blanche estaba nerviosa, por tal situación. Karin echó un vistazo a Blanche.
— ¿La princesa Blanche usa siempre ese estilo de vestido?
La voz de Karin era bastante clara. Blanche estaba usando un vestido Chemise nuevamente hoy. Desde la última vez, fue diferente de lo que llevaba en la fiesta.
Cuando Karin mencionó el vestido de Chemise, Blanche sonrió brillantemente.
— ¡Sí, sí! Abigail lo hizo por mí, es Bonita, ¿Verdad? — Presumio con una mirada tan emocionada
De repente sus ojos estaban en la ropa de Karin. Seguía vistiendo Robe A la Frances. Blanche agregó.
—¿Quieres tenerlo también, Karin? Entonces... ¡Le preguntare a Abigail!
— …¿A la Reina?
La voz de Karin contenía un toque de duda y algo de anhelo. Su corazón que no podía ocultar salió sin su conocimiento.
Cada vez que miraba a las jovenes con el vestido Chemise, se quejaba: ~¿Olvidaste tu orgullo como noble?
Pero en realidad estaba profundamente envidiosa. Solo ella parecía estar atrapada en la moda de los viejos tiempos.
También era verano, aunque el calor había disminuido. Cada vez que respiraba, el corsé presionaba sus pulmones. Como si se ahogara en la ropa y la tela se apretaba fuertemente.
Además, el vestido de Chemise era del gusto de Karin. Diseño lindo, inocente y encantador. No importaba cuánto lo intentara mirar mal, incluso si lo hiciera, le atraía. Pero...
— … Lo entiendo, te meterás en problemas si usas esta ropa.
Después de escuchar la noticia de la moda de los vestidos de Chemise, el Duque Stoke se lo tomó mal.
Alzo la voz y critico a las mujeres por deambular en ropa de dormir, solo quería avergonzarlas.
¿Qué pasaria si llevara un vestido Chemise? Podría haber terminado en un regaño.
Todo lo que Karin podía hacer ahora era negar sus sentimientos.
— No estoy interesada en ropa como esa de todos modos.
—Es así ... también te quedaría bien, Karin.
— ¿La princesa Blanche no estara en problemas por usar también ese tipo de atuendo?
— ¿Qué? ¿ Problemas?
Blanche inclinó la cabeza. Karin continuó su conversación con una expresión preocupada.
— ¿Por usar ropa cómoda puede que su cintura este estirada? ¿Qué pasa si no logra una adecuada figura?
— Ah...
Un pequeño suspiro salió. Blanche solo estaba tratando de romper la tensión en la habitación, pero se deprimio inesperadamente.
Karin estaba tan emocionada por la reacción. Ella habló más vigorosamente.
— Y ni siquiera cuida su dieta en estos días. ¿Qué pasa si terminas gorda? Estoy tan preocupada?
La hormigueante voz de Karin estaba llena de falsedad y alegría. En cambio la cara de Blanche se oscureció.
Al ver la expresión, Karin pensó en una buena manera de lidiar con Abigail. Ella trato de dividir a Sabelian y Abigail antes. Pero la reina no fue tan fácil de lidiar como esperaba.
Penso en otra forma de lidiar con ella, la respuesta fue cercana. Ataca a Blanche, no Abigail.
¿Y si Blanche comenzará a odiar a Abigail? ¿Y si Blanche lograba quererla a ella?
Si ese era el caso, incluso si no podia obtener el asiento de la primera reina. Podría ingresar como la segunda.
Ahora que el plan ha sido elaborado, todo lo que tenia que hacer era colocarlo en acción. Karin tomó la mano de Blanche con cuidado. Y con un rostro preocupado, le dijo a Blanche:
— ¿Realmente habra cambiado la Reina? La Princesa Blanche siempre ha sido tan bonita.
Actuar era su especialidad. La voz era dulce y no se escuchaba falsedad en su voz.
— ¿No está haciendo ropa cómoda para ti? Estoy seguro de que deja que comas todo lo que quieras para hacer ver a Blanche un cerdo… Debe ser una artimaña.
Blanche guardó silencio. No podía ver su rostro porque mantenía su mirada inclinada hacia abajo. Karin continuo con palabras suaves.
— No confíes demasiado en ella. Estoy segura de que no tiene una buena intenci...
— No.
Blanche que raramente cortaba las palabras de otras personas, levantó la cabeza temblorosa y miró a Karin.
— No es ese tipo de persona.
Sus ojos se encontraron. Por un momento, Karin, sintio un fuerte presión sobre sus hombros.
Los ojos de la pequeña princesa eran inusualmente claros. No había señal de miedo, ni señal de llanto.
Ni siquiera habia ira. Solo podía sentir la agudeza de la mirada. Su mirada era como la de Sabelian.
Estaba perpleja cuando enfrentó la mirada resuelta que solo había visto desde lejos. Pronto Blanche continuo con sus palabras.
—Estoy segura de que Abigail era... una persona muy estricta antes. Entonces Karin…. Creo que no podemos evitar malentenderla.
Después de decir eso, Blanche sonrio. La mirada severa de antes acababa de desaparecer y solo mostró una sonrisa amistosa.
— Pero ahora está tratando de ser amable conmigo y con los demás. Definitivamente no es una mentira.
Fue una voz y mirada cálida. Era como el aire que se inhalaba mientras se retiene la respiración bajo el agua. La voz dulce se impregnaba dentro del corazón.
— Así que quiero que confíes más en Abigail. Estoy seguro de que a Karin también le gustará Abigail.
— ¿Crees que me gustará Abigail?
Cuando escuchó eso, Karin recordó de repente el día anterior. Cuando la llamo y le dijo sobre el caviar atrapado en sus dientes.
Fue vergonzoso en ese momento, pero al mismo tiempo extraño. ¿Por qué se molestaria en contar esa historia en ausencia de personas?
¿Fue la buena fe de Abigail? Oh, no podia haber sido eso. En eso momento quizo reirse de sí misma por tales pensamientos.
La mujer era una bruja, una mujer malvada. Su padre lo dijo, ciertamente era el propio enemigo. Su padre no podia estar equivocado.
Karin estuvo callada por un largo tiempo. Blanche estaba avergonzada por la reacción.
—Bueno... ¿Srta. Karin? ¿Por casualidad, estás ofendida...?
— No. De ninguna manera.
Karin levantó lentamente la cabeza. Inesperadamente, su expresión era más suave.
— Si la princesa dice eso ... creo que la he entendido mal.
— ¡Karin...!
Blanche parecía un poco emocional. La suave voz de la princesa llegó.
—También quiero hablar con la Reina. Si no te importa, me gustaría tomar un té con la Reina. ¿Es posible?
— ¡Sí, sí! ¡Déjame preguntarle a Abigail!
Al ver a Blanche sonriendo ingenuamente, Karin se rió por dentro y se tragó lo que realmente quería decir. No habia forma de que la hostilidad hacia la reina desapareciera con una palabra o dos.
Solicito una fiesta de té solo para humillarla. Odiaba ver a todos alabando a Abigail en la sociedad.
Estaba preparando un vestido nuevo para superar la reputación de Abigail. Planeaba un vestido que fuera mucho más elegante y hermoso de lo que ella hizo.
Si mostraba su nuevo vestido a Abigail, podria ver su rostro distorsionado de la envidia frente a ella...
La reina estaria celosa. Cuando imagino la escena, no pudo evitar sonreir.
— Estoy deseando que llegue la fiesta del té.
Karin se echó a reír. Las comisuras de los labios rojos y plateados se alzaron como una serpiente.
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— ¡Verite, Verite! ¡Grandes noticias, grandes novedades!
Salté arriba y abajo, abriendo la puerta de la habitación donde se encontraba el espejo. Ví a Verite sentado en una silla leyendo un libro.
— Adivina, adivina. ¿Adivina qué?
— Blanche llamó a las jóvenes y solicito que hicieran una fiesta de té.
Verite habló con indiferencia. Los ojos estaban sobre el libro y las piernas estaban cruzadas.
— ¿Sabías?
— Uh. Lo escuché mientras bebian tú y Blanche.
El libro fue cerrado con un ruido sordo. Verite miró hacia mí solo entonces, pero aún parecía tener una mirada aburrida.
Ugh, olvidé que este tipo era una fuente de información. Iba a presumir al respecto, pero recibí la respuesta de inmediato.
Me tiré a la silla. Era un poco decepcionante, ¡Pero no podia dejar de alardear!
— Así es. Esta vez, tendremos una fiesta de té con las jóvenes. ¡Todo esto es gracias al arduo trabajo de Blanche!
El día después de que Blanche y Karin se encontraron, Blanche vino a mí y me preguntó si estaba bien tener una fiesta de té. También invitaria a muchos otras nobles.
Era una gran noticia para mí. Fue una pena que no tuve una conversación adecuada con las jóvenes damas en el baile de la Fundación. Además si habia algo que deseara en un billón eso era…
— ¿Escuché que invitaste a Karin a la fiesta del té?
— Sí. Ella quiere encontrarse conmigo y Blanche.
En realidad fue Karin la de la idea. Estaba segura de que no le agradaba, pero aún así quizo tener una fiesta del té.
— Sospechoso. Sospechoso. Huele a algo sucio.
Verite frunció el ceño como si realmente hubiera olido algo sospechoso. También sentí que Karin escondía algo.
Sin embargo era ambiguo negarlo. Existia la posibilidad de que la fiesta del té en sí fracasará. Blanche también estará triste si eso sucediera.
— ¿Crees que Karin haga algo mas? Estaria bien si solo vuleve pisar el borde de mi vestido...
— Hara algo. Así que llámame.
— ¿Por qué?
— Ella hará algo, lo hara de todos modos, y si lo va a hacer, será mejor que lo haga a mi vista.
Verite se río cuando lo dijo.
— ¡Pero que confiable...!
Si hacia algo como dijo Verite. Era mejor hacerlo dentro del palacio. Verite no podia ver el exterior.
— Está bien. Entonces me sentiré libre al preparar la fiesta de té. Finalmente también tendre amigos…
«Amigos. ¿Siempre fue una palabra tan dulce?»
Cuando veia a otras jovenes, ir de picnic, de compras y andar juntos. Yo también deseaba hacerlo.
¿Podre salir así con ellas cuando nos acerquemos? ¿Sería difícil para ellas el hecho de que sea una reina? Realmente estoy deseando que llegue.
Estaba tan emocionada que las comisuras de mi boca subieron sin darme cuenta. De repente, hice contacto visual con Verite
Verite me estaba mirando con una expresión hosca en su rostro. ¿Qué le sucedia ? ¿Mi cara sonriente era molesta?
— ¿No es suficiente?
— ¿Huh? ¿Qué?
¿Qué queria decir de la nada? Verite todavía habló en un tono malhumorado.
— Amigo, ¿No soy lo suficientemente bueno?
Traductora : Yuki Nozomi y Correctora : Memi