Luzela sonrió despreocupadamente, dejando sus mejillas entre las manos del duque, como si nunca hubiera tenido tales preocupaciones.


Sus ojos brillaban con plena confianza.


–No te preocupes. La niñera estaba preocupada innecesariamente. Mira, estoy bien.


Las palabras que Rahee no podía decir fluyeron de la boca de Luzela.


Pero Luzela lo habría dicho.


Independientemente de la confusión de Rahee. El duque, que estaba observando a Luzela, se dio cuenta que ella era muy hermosa y amable.


Así que ella era una niña mucho más útil. 


─Creo que tambien te ves bien pero mejor esperemos el diagnóstico del doctor.


Cuando Luzela tenía seis años, había estado tan absorta en hacer muñecos de nieve que luego tuvo que sufrir un resfriado durante diez días. 

Casos parecidos sucedieron hasta el momento en que ella se convirtió en emperatriz. 


Rahee no sabe exactamente que año es pero Luzela sigue siendo la hija del duque.


Mientras seguía pensando, se dio cuenta que alguien decía “está bien” y “por el momento esperaremos lo que diga el doctor”


─Sí, hagámoslo, lamento haberte preocupado


La fallecida Luzela nunca se preocupó por su familia, sólo le importaba ella, solo pensaba en su bienestar.


Rahee tuvo un sentimiento indescriptible brotando desde el fondo de su ser, era un sentimiento de culpa, añoranza y carga. Entonces las lágrimas empezaron a brotar. 


─Hija, es natural que nos preocupemos por ti. Y nuestra alegría es que estés con nosotros. Así que no llores. Tus lágrimas nos ponen tristes. No quiero ver lágrimas en eso ojos tan hermosos.


Los ojos de Luzela fueron lo único que ella heredó de su madre. Ver fijamente esas pupilas extrañamente similares hicieron que Rahee tuviera aún más dolor.


Mamá y papá, las palabras que ya había enterrado volvieron a Rahee. Rahee se rió por primera vez desde que entró a la novela, convirtiéndose en Luzela. Las lágrimas que ya se habían secado empezaron a brotar nuevamente, Pero se prometió que esas serían sus últimas lágrimas.


Ahora no importaba porqué entró en la novela. 


Mirándose a sí misma y diciendo que era encantadora pensó:

 

"Si pudiera volver a ser hija de alguien y ser su alegría, no su carga ¿podría mi deseo hacerse realidad?"


Existía una posibilidad muy baja de que eso pase ya que ellos creen que Rahee es Luzela, y ahora Rahee es la única que puede cambiar todas las circunstancias de Luzela para conseguir su deseo. Entonces ella podría tener una familia perfecta nuevamente.


No había razón para dudar, ya que no sabía cómo llegó, y mucho menos como regresar. Así que la decisión fue rápida y firme.


"Soy Luzela Constant de ahora en adelante."


Ella que se suponía que era Rahee, decidió convertirse en Luzela. Se acercó a su actual madre, sintiéndose feliz al estar en sus brazos.


"Nunca perderé este calor. Nunca, nunca, nunca los pondré en peligro.  No los decepcionaré"


─ Nunca haré que esos hermosos ojos vuelvan a llorar, seré una niña feliz y obediente…. Así que por favor no me abandonen.


Ella se comprometió y prometió cumplir con esa promesa, y la perturbación que tuvo lugar desde la mañana terminó con un final feliz..


Un noble normal habría castigado a Mailin por hacer tanto escándalo, pero el duque no lo hizo.


Estaba complacido con el cambio que observó en su hija y con el cuidado que tenía la niñera, pero sobre todo estaba de buen humor porque podía apreciar el encanto de su hija.


Fueron unos meses realmente encantadores, y al ver que el conocido Duque de hielo empezó a pasar más tiempo en familia se conmovió mucho.


Los cálidos momentos que empezó a vivir, lograron llegar… y llenar al completo el corazón de la actual Luzela.


Gracias a toda esa felicidad, pudo olvidar por un momento que era un adulto de treinta y ocho años. 


Los encantos de la actual Luzela habían hecho que el Duque sonriera divertido incluso antes de que él llegara a abrir la puerta de la habitación.


Justo en ese momento ella se daba cuenta de sus nuevo gusto por los vestidos. 


“¿Qué es esto?  ¡Es tan hermoso!” 


Dio una vuelta de nuevo, con los ojos brillantes. Esta vez sostuvo el dobladillo del vestido y luego lo soltó para que se extendiera bien.


El dobladillo azul turquesa se arrugó y luego se alisó. Encima de la falda el encaje brilló bellamente. Luzela se encontraba probando los vestidos que habían llegado y encajaban perfectamente con ella.


Luzela no entendía por qué  el encaje brillaba tan bellamente así que se agachó y alzó su falda.


Cuando Mailin se dio cuenta la paró y le preguntó:

 

─¿Qué está haciendo, señorita?


─¿Eh? Tratando de ver por qué brillaba el encaje...


Luzela lo dijo como si no fuera nada.


De nuevo inclinándose ante ella, Mailin le guiñó un ojo a una de las criadas.


La criada de cabello negro se sentó cuidadosamente frente a ella sosteniendo su falda al frente.


Mailin levantó un poco la falda de la mucama para que Luzela pudiera observarla.


─Ahora, mira, esto se lo ordenaste al barón Seth hace un tiempo. Como te gustó el bordado pediste más. Pero eran tantos que no te pusiste todos ¿recuerdas?


Mailin la miró como si estuviera recordando, como si aún pudiera ver todo el montón de camisones que había.


¿Cómo Rahee va a recordar lo que compró Luzela entonces?


“¡La novela no dio tantos detalles!”


La Luzela que todos conocen ya no está, pero no podía decirle eso a la niñera, así que no tuvo más remedio que mirar a la distancia y pensar para sus adentros. Ya sea que ella lo hizo o no. Mailin pronto comenzó una nueva queja.


─Y señorita, ¿cuántas veces he dicho esto ya? No puedes doblar la espalda así. No importa lo problemático que sea, asegúrese de tener la espalda siempre recta. Especialmente si sales, nunca deberías tener tu espalda así ¿Entiendes?  


─Lo siento─ dijo Luzela mientras enderezaba su espalda.


En ese momento la actual Luzela, se dio cuenta de un hecho, había sido atrapada en una sociedad estricta.


Si necesitaba algo solo debía llamar, esperar a que se inclinen y decir lo que quería y esperar que fuera hecho.


Y ya que ella es una noble señorita, no podía doblar su “Noble Espalda”.


Ella observó a Mailin y las criadas que la rodeaban.


Mailin parecía muy confiada de lo que había dicho, las otras criadas tampoco parecían tener duda alguna.


Sus pensamientos eran tan evidentes. Luzela pensó que ellas le recordaban mucho a el gerente y su secretaria que la habían ayudado en su otra vida.


Luzela frunció el ceño por el recuerdo. Para insatisfacción de Mailin, quien la observó con los ojos serios.


Aunque Rahee decidió vivir como Luzela, ella seguía siendo Rahee, alguien que no estaba totalmente acostumbrada a este mundo, por eso decidió aceptar el regaño silencioso.


Luzela suspiró profundamente ante la actitud cambiante de Mailin. Cuando la actitud de Mailin cambia, todo el ambiente a su alrededor cambia. ¿Qué será de las criadas que enviaron para ayudar con las preparaciones para el debut y el compromiso de Luzela?


Ahora que lo pensaba determinadamente...la criada de hace un momento, la que tenía el pelo negro le llamó la atención.


“¿Ella era Mary?”


Mary, una plebeya, que se convirtió en una criada cuando su hermano empezó a servir como caballero al duque Constant. A Pesar de ya servir un año a la casa de duque todavía era incapaz de ver directamente a los ojos. No fue diferente al comportamiento de otras criadas.


“Smiliena B. Contolin”


Smiliena, una criada de cabello castaño y rizado, era la hija mayor de una condesa.

Al crecer como una mujer rara en su familia, todavía miró a Luzela con los ojos inocentes durante tres años. Le dio toda su lealtad a la casa Constant.


Más tarde, tuvo un cambio total de actitud lo que ocasionó una pelea entre Mary y Smiliena, en la cual ambas empezaron a denigrarse mutuamente para que así ninguna de las dos pudiera ascender.


Mientras Luzela seguía perdida en sus pensamientos, escuchó un suave suspiro. Cuando Luzela miró de dónde venía el suspiro se encontró con un hermoso cabello color rojo, y unos hermosos ojos negros que se movían juguetonamente.

 

Joanne, siempre fue la mejor entre todas las criadas.


“Joanne R. Van Fail”


Ya que siempre estuvo junto a Luzela, Sabía que cuando la antigua Luzela hacía algo malo siempre fingía ignorancia y a veces intentaba detenerla. 


Siempre fue Joanne quien más se movía y trabajaba duro.


En la mente de Joanne, Luzela estaba más allá de la categoría de mujeres nobles las cuales serían ejemplos a seguir y se acercó a la idolatría.


Por supuesto, casi nadie llego a entender ese sentimiento, pero Joanne si le encontraba el sentido ya que Luzela era lo suficientemente hermosa y especial.


Pero esa no era la relación que la actual Luzela quisiera.


Rahee siempre fue infeliz y hacía que las personas a su alrededor fueran infelices.


Ahora que tenía a sus “padres” de nuevo, el cariño que recibe de estos no es suficiente…. Ella necesita más cariño.


"Necesito que alguien me ayude a aliviar esta terrible ansiedad y soledad que siento”


Esa fue su primera preocupación desde que decidió vivir como Luzela.


Por supuesto, esta soledad puede mejorar si conoce al príncipe y recibe todo el amor que vio en la novela, pero eso es un futuro demasiado lejano a la realidad que actualmente está viviendo.


Ella necesitaba a alguien que le ayudara a llenar de inmediato esa soledad que sentía en su corazón, y utilizó a su niñera y las criadas cercanas que tenía, pero todo ese afecto a ciegas que le dieron no era el mismo afecto que ella quería.

Mientras más cariño recibía…. más lejos se sentía. Ella tuvo que buscar otra forma de llenar su corazón.


Pero no podía dañar el honor de su casa, tenía que estar libre de cualquier defecto por el bien de su familia


“Esta vez, mis padres nunca estarán tristes o decepcionados.”


Entonces ella volvió a recordar la promesa que se hizo.

 

Entonces, pensó, que sería mejor llevarlos a la gloria que arrastrarlos a la desgracia. Con esto dicho, su decisión fue tomada pero soltó un gran suspiro al darse cuenta de que no era nada fácil.


Mailin, que miró pacientemente a Luzela con una expresión seria, empezó a bombardear a Luzela con regaños.


─ Señorita, un suspiro no se adapta a una bella dama como usted. Especialmente en lugares públicos, nunca debería suspirar como ahora. Si quieres suspirar, sólo con un abanico, ¿Bien?.


─ ¿Por qué?


─ Cuando suspires, cúbrete la cara con un abanico como este y sonríe elegantemente. Te sentirás mucho mejor


Luzela se rió al ver a Mailin, que parecía estar diciéndolo seriamente.


Mailin está haciendo su mayor esfuerzo por enseñarle a Luzela comportamiento básico para su debut.


Mostrando siempre elegancia e inteligencia, Mailin siempre resaltaba como niñera de Luzela.


Luzela decidió librarse de la molestia de tener que responder los amables consejos Mailin, para eso tendría más tiempo luego. Ahora es momento de pensar en otros problemas.


Luzela salió de la habitación para enfrentar este nuevo problema en cuestión.


Traducción: Canaria 

Corrección: Lady Nazy y Tinesy 


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