Ultraje

¿Qué escuché? Mis ojos se abrieron ante lo que había escuchado por casualidad.

Estaba tan sorprendida que accidentalmente dejé caer la pieza de cerámica que sostenía entre mis manos.

¡Tintinar!

Por orden de la princesa  Artienne , fui a entregar una cerámica al principe heredero y al escuchar una gran revelación, dejé caer la pieza, la cual se hizo añicos con un fuerte sonido.

—¡Quién es!

Oh, mi vida.

Estaba a punto de entrar, cuando llegó un fuerte sonido de la oficina del principe heredero.

Mi vida se reducía conforme los pasos se acercaban.

Un paso, dos pasos.

La puerta que estaba ligeramente abierta, pronto se abrió de par en par.

Los ojos enojados de la gente frunciendo el ceño al otro lado de la puerta se volvieron hacia mí. Los tres pares de ojos sobre mí eran feroces.

Estoy muerta ahora.

No he vivido mucho, pero puedo predecirlo. Hoy es el final de mi vida.

Mientras caminaba como sirvienta alrededor del palacio, lograba ver a mucha gente. Ahí había un hombre que había visto antes y otro que no había visto hasta hoy.

Si tenían algo en común, era que todos eran nobles en la cima del poder.

Ternie Lavat Oviedo , el ayudante más cercano al Príncipe Heredero

El hombre a su lado era Dijiano Chabi  Veneto, el defensor del príncipe heredero, llamado el genio fiscal.

Pero lo que era aún mayor que esas personas era la presencia del hombre que abrió la puerta.

Su suave y pálido cabello dorado estaba peinado ordenadamente, y me encontré con la mirada fría y aguda debajo del mismo.

Los ojos carmesí me perforaron.

Se me puso la piel de gallina en cuanto vi ese par de ojos rojos.

A diferencia de mí, el hombre que lucía una apariencia delicada no estaba para nada conmocionado.

Un hombre guapo con un uniforme limpio.

El Príncipe Adrian.

¿Cuántos días habrá en la vida para conocer al Príncipe Heredero? No importa cuánto ingresé al palacio como sirvienta, era inusual que me enfrentara al príncipe heredero de cerca.

Además, ¡no puedo creer que me esté mirando así!

Me di cuenta de que tenía que mirar hacia abajo instintivamente, pero no podía porque mi cuerpo se endureció.

"¿Cómo diablos terminé en este tipo de situación?"

Mi único pecado, fue venir aquí después de escuchar que tenía que entregar un regalo de la princesa Marie, ya que ni los caballeros ni las damas de honor querían venir.

Me obligaron a venir aquí ya que las sirvientas de la princesa estaban ocupadas.

¡Estaba deambulando para completar mi misión y finalmente llegué a la oficina!

—¿Qué eres…?

La voz baja no sonaba como una voz humana.

Mis manos temblaban sin saberlo.

El Príncipe Heredero frunció el ceño ligeramente , mi  corazón se sacudió solo por eso. 

 —Bueno, y-yo pertenezco al Palacio Lupin Lluvia…

—¿Quién te preguntó eso? ¿Qué es?

—Bueno, soy sólo una simple sirvienta...

Como si estuviera molesto, el príncipe heredero frunció el ceño.

"¿Voy a morir así?"

Mi cabeza estaba en blanco y no podía pensar en nada.

—Oh, bueno, eso...

"No sé si debería decir algo pero estoy hablando de cualquier cosa en mi desesperado corazón"

Entre más hablaba y tartamudeaba, más aguda se volvía la mirada del príncipe.

¿Qué se suponía que debía decir?

Cuando cerré la boca incapaz de hablar, el príncipe heredero sacó su espada. No parecía haber tenido un buen comportamiento.

Como si estuviera molesto, el príncipe gruñó fríamente.

—Esta bien , muere.

La espada levantada excepcionalmente afilada brilló.

"¿Así es como mueres?"

Reflexivamente, mis ojos se cerraron. Cuando estaba a punto de morir, mis puños se tensaron.

De repente, una voz extraña disuadió al príncipe Heredero.

—¡Cierto, Adrian! ¡Si muere aquí, tendrás problemas, y se volverá más complicado! Es molesto, pero actuemos así. Incluso si la matas, debes matarla con más cuidado. Tómalo como el consejo de tu ayudante y amigo de la infancia.

El ayudante más cercano del Príncipe Heredero, Ternie Lavat Oviedo .

No sabía si lo iba a detener o no, pero sentí que me ayudaría a extender mi vida.

Escuché que "era correcto", y  bajó su espada.

Pero no volvió a envainar la espada que había sacado.

Mi cuello todavía está en juego.

—¿Desde dónde escuchaste?

—Uh… oh, um…

¿Desde dónde puedo no morir si lo he escuchado?

En un breve momento, surgió un violento conflicto interno que arriesgó mi vida.

Comencé a debatirme entre lo que era bueno y lo que no.

Una voz fría advirtió que reconoció mi razonamiento cuando estaba pensando en qué decir mientras miraba a mi alrededor.

—No pienses en engañarme.

El gruñido en su voz me dio la respuesta.

¡Oye, tu prometida se escapó!

Supongo que no podía ir más lejos. Un cuchillo atravesaría mi garganta

¿Así es como voy en mi vida?

Estaba aterrorizada y temblando, pero el príncipe heredero gritó espantosamente.

—¿Es eso así?

—¡Ugh, tu prometida es un hombre!

Así que tuve que pasear por el palacio para encontrar la oficina del príncipe para completar el recado que la princesa Artiene  me había dado.

Ahí tienes.

Eso estuvo bien.

Si era un problema, entonces lo era.

Entré y pensé: '¡Tengo que darle esta cerámica y volver!' En ese momento mientras estaba parada frente a la puerta, la historia dentro se filtró desde la puerta ligeramente abierta.

La verdad es que la prometida del príncipe huyó.

Y la verdad es que ella en realidad era hombre.

¿Entonces el Príncipe Heredero es gay?

N/T: jajajjaa si clarooo veremos más adelante si es gay

Bueno, podría ser. Pero fue inevitable que me sorprendiera cuando me di cuenta por primera vez.

Lo sabía de todos modos. Era la verdad que no podía manejar.

El príncipe, que me escuchó, guardó silencio como si estuviera masticando algo, y concluyó de inmediato.

No puedo, voy a morir.

Oh, no.

Al sentir la amenaza contra mi vida, estallé en llanto, me arrodillé en el piso y supliqué juntando mis manos.

Orando para parecer lo más lamentable posible, apelé al Príncipe Heredero por la misericordia que pudiera tener.

Era tan injusto abandonar el mundo, sin hacer nada tan malo como para llegar al punto de tener que morir.

¡No quiero morir todavía!

—¡Por favor sálvame! ¡Haré cualquier cosa!

El príncipe que sostuvo su espada sin dudarlo se detuvo de repente.

¿Qué, qué es?

Entonces, de repente, levantó mi barbilla con la yema de sus dedos.

¿Por qué, por qué estás…?

El príncipe me miró mientras estudiaba mi rostro.

Mi cara estaba caliente debido a su mirada descarada.

El Príncipe Heredero, que me miró como si mi reacción fuera la misma, de repente sonrió.

¿Cómo puede ser tan malvada la sonrisa de una persona?

—¿Qué?

Asentir. Asentí desesperadamente. Entonces la sonrisa del príncipe se profundizó.

—¿En serio? Entonces hagámoslo contigo.

¿De qué estás hablando? ¿yo?

Parpadee mis ojos llenos de lágrimas y el príncipe me miró directamente luciendo como un juvenil poema.

—El color del cabello es similar, el color de los ojos es similar, y la apariencia es más o menos pasable, el sonido de su voz parece ser bueno. No, solo no hables y cállate.

¿De qué diablos estás hablando?

—¿A qué te refieres?

Me llené de coraje y le pregunté al príncipe heredero.

Sentí que estaba tratando de hacer algo a mi alrededor, pero me sentí excluida ya que no sabía que era.

El Príncipe Heredero respondió como si fuera natural.

Por primera vez, tuve miedo de una sonrisa.

—Mi prometida.

Así que me convertí en la prometida del príncipe heredero que escapó.


       Traductora : Arianna  y correctora: Tinesy





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