— Si, no es algo importante.
— ¿No importante? Es una gran función.
¡Una herramienta mágica que elimina el maquillaje! Aunque originalmente no parecía ser su propósito, pero de todos modos era increíble.
En el pasado, después de trabajar horas extras, llegaba a casa y me tiraba en la cama, siempre me preguntaba cómo podría quitarme el maquillaje del dia .
Los días eran malos al no existir una máquina para ese propósito. Incluso al convertirme en abigail no podía escapar del problema del maquillaje. Más bien se había hecho más severo.
Siempre aplicaba un poco de polvo en mis párpados, un color terracota o turquesa quedaba bien. Estaba hecho de madera de sándalo, cinabrio y cera de abeja, pero no se quitaba tan fácilmente.
Ahora podre limpiarlo sin tener que utilizar jabón con espuma. Realmente lo apreciaba.
«¡Que gran regalo! ¡Es el mejor de todos!»
— Gracias, Sir Raven. Me encanta.
El se veía algo confundido. Las personas que no se maquillan no entenderían lo importante que es esto.
— ¿Te gusta? Me alegra mucho. Oh por cierto, lo que hay dentro es magia. Si la reemplazas periódicamente, se volverá semipermanente.
Oh, este contenido semi-líquido en verdad es mágico, Es asombroso. ¿Pero tengo que reponerlo constantemente…?
— Escuche que hay pocos magos humanos. ¿Debería visitar al mago de la corte?
— No debe preocuparse de eso. Puedo restaurarlo.
— ¿Lord Raven?
¿El era un mago? Eso era un más asombroso. Raven contesto humildemente.
— Ligeramente poseo algo de magia.
— Entonces, ¿Fue creado por Lord Raven?
— Desafortunadamente, no tengo suficiente talento en ese sentido. Aun así, tengo lo suficiente como para ejecutar las herramientas mágicas.
Lord Raven en verdad era asombroso. Él sonrió gentilmente.
— Si se queda sin energía o magia, puedes solicitar mi ayuda sin problemas.
— Lamentaria pedirle eso.
— Reponer energías no es muy difícil. Si te sientes incómoda puedes ordenarlo a cualquier mago de la corte, así que no te preocupes.
No pude sentir malas vibras en su voz. Solo senti una consideración cortés.
Recibí un regalo muy hermoso por parte de él, pero no pude invitarle al banquete.
— Por cierto, no le he dado una invitación a Lord Raven.
— Oh, para el banquete de cumpleaños. Estoy contento por su amabilidad...
Parecía un poco preocupado. después de una breve vacilación él sonrió.
— Lo siento pero no suele gustarme este tipo de cosas. Creo que será difícil asistir a la fiesta. El rey no estará de acuerdo.
«Vaya, tiene razón.»
Debido a las relaciones políticas ambos se llevaban mal.
Sabelian se veía frío y cruel, pero tenía un lado suave, en cambio Raven era muy tranquilo y amable,
Creo que podrían llevarse realmente bien. ¿Tal vez me estoy precipitando?
— Es una pena, pero no puedo evitarlo. Gracias por el regalo Lord Raven
Bueno no importaba. De todos modos, Invitarlo seria incomodo para el rey. Raven sonrió en gratitud por su comprensión.
— Me alegra mucho que le haya gustado. Lo lamento, pero no puedo quedarme mucho tiempo, así que con su permiso me retiro.
En cuanto dijo eso, se levantó de su asiento y estrecho su mano con la mía. Tal vez me tenía cariño.
Cuando le entregue mi mano, él sujeto ligeramente las puntas de mis dedos. Entonces soltó un suave beso que me estremeció por un momento. ¿Ese era un beso de cortesía? Ahora me sentía más nerviosa, pero él aún se mostraba muy casual.
— Le deseo un feliz cumpleaños
No parecía incómodo para nada. Sonrió muy tranquilo y salió de la habitación.
Lo observe por un momento. En verdad no fue nada especial, hay muchas personas que saludan con un beso en el dorso de la mano.
Pero estaba avergonzada porque nunca había recibido uno por parte de Sabelian. Tenía que calmarme, era mejor mirar los regalos una vez más para distraerme.
Volví a mirar la botella, había hermosa magia en el interior, era color oro. Me recordó a los ojos de Raven, ¿Será su magia? De todos modos obtuve un lindo regalo.
— Clara, pon este regalo en el tocador de mi habitación.
— Sí majestad. Ah ¿Que hago con la lencería?
— Escondela en lo más profundo de mi armario.
Clara asintió para luego irse, esta vez con una expresión más calmada.
Usare mi regalo más tarde.
۩۞۩
Cuando la oscuridad da un paso adelante, el frio viene después. O tal vez era lo contrario. Aun así, nadie se opondría fácilmente a que la oscuridad y el frío sean hermanos.
Se acercaba la temporada de otoño. La noche cayó al fin, faltaba poco para el cambio de estación.
El palacio estaba completamente despejado. Los sirvientes pasaban por los corredores para encender las velas.
No había necesidad de pasar por la habitación de Sabelian, la puerta de la habitación del rey tenía una lámpara mágica que iluminaba el camino.
Sabelian estaba sentado en la cama, observo la puerta y miro el reloj, ya eran más de las diez de la noche.
Ya era hora de ir a la habitación de Abigail. Aun así, él no tenía los ánimos para querer moverse.
Él se estaba acostumbrando encontrarse con Abigail por las noches. Pero esa noche fue tensa y se encontraba nervioso.
«No debería haber escuchado a esa criada».
Se arrepentia de lo que había hecho. Cuando pregunto para preparar un regalo, una palabra inesperada salió de la boca de Clara.
~ Estará encantada de que le presentes lencería.
~ ¿Lencería… ?
Sabelian y Millard también entraron en pánico. Se podía notar una determinación muy fuerte en la sirvienta. Existía una credibilidad en las palabras de la doncella que servía a Abigail. La última vez que vino a su cama ella llevaba lencería.
Estaba avergonzado, pero no pudo pensar en algún otro regalo.
Fue así que Sabelian llamó a la modista real. Cuando le pidió que hiciera ropa interior adecuada para Abigail, lo interrogó.
~ ¿Que color debo usar? Qué forma debe tener? ¿Qué hará con ella?
¿Color? ¿Forma? Eso lo dejó muy desconcertado.
Imagino su apariencia y luego se estremeció. Se sintió muy avergonzado.
~ Te lo dejo a ti.
De esa manera fue que habló con la modista. Después se retiró, pero se lamentaba por haberle enviado eso a Abigail.
Imagino el cuerpo desnudo de su esposa. Se enojó sin razón.
Sin embargo seguía pensando en Abigail. Cuando se detuvo frente a su cama pensó en que ropa interior habría estado usando.
Sabelian abofeteó su mejilla. Tenia ese pensamiento sucio otra vez.
Se frotó la mejilla helada y una vez más vio el reloj, 10:05, el tiempo había pasado muy lento.
«Ella recibió el regalo hoy. ¿Estara feliz? ¿Se lo pondrá?»
Puede que esté esperandolo sola en ropa interior y cuando la vea en ese estado…
Su corazón comenzó a doler. Sintió que su corazón latía de forma irregular. De hecho, su corazón ha estado así desde el inicio
Se preguntó si se desmayaria mirando solo su ropa interior. No, estaría bien.
Había podido sostener la mano de Abigail, así que supuso que estaría bien si la mirara usando ropa interior.
Se levantó de su asiento. No importaba su aspecto, se comprometió a no sorprenderse y se dirigió a su habitación.
La noche de otoño era muy fresca. El calor que le subía desde el cuello se enfrió. Al llegar a la habitación la llamó. Recibió una respuesta muy suave.
— Adelante
Siempre era la misma voz, calmada y algo insensible. Tomó un respiro de aire y entró.
— Hola su majestad…
—... Buenas noches
Sabelian miraba el suelo. Se preguntó ¿Qué era lo que llevaba puesto?
Una Abigail en ropa interior colgaba en sus pensamientos. Por un largo tiempo estuvo mirando fijamente al suelo, pero tomó una decisión.
— ¿Por que te vez asi?
Abigail estaba con su camisón habitual. Sabelian estaba un poco decepcionado.
No estaba en ropa interior, al menos ahora estaba medio aliviado. Pero se asustó de la otra mitad que no lo estaba.
— ¿Quieres una taza de té? — dijo Abigail con una cara inexpresiva
Sabelian asintió y se sentó. Observo desde atrás a la reina. Se veía linda como siempre
— Es un té de hierbas. Es bueno para una tranquila noche de sueño
— Gracias…
Sabelian recibió cuidadosamente la taza. Todavía miraba el suelo. Por alguna razón, se sentía avergonzado de mirar su rostro.
El té estaba caliente. Parecía que el suave aroma a manzanilla le hacía cosquillas en la garganta. Se relajó un poco.
Abigail estaba bebiendo el mismo té. Ella estaba muy callada. Entonces él abrió la boca un poco
— ¿Hay algo que no te guste?
— ¿A qué te refieres? — Preguntó Abigail
Él entró en pánico y se movió. La conversación terminó con una respuesta indiferente.
— Bueno hace un tiempo…
— No hay nada.
Sabelian miró cuidadosamente a Abigail y preguntó cuidadosamente
— El regalo....
Acababa de tomar té, pero su boca aún estaba seca. Ni siquiera podía preguntar si estaba usandolo.
— ¿Lo tienes?
Esa pregunta avergonzó por un momento a Abigail.
— Ah, ese regalo…
Sabelian asintió y su esposa mostró un rostro serio.
— Si, lo tengo.
— Ya veo.
Él estaba un poco desanimado. Pensó que estaría feliz, pero esta vez parecía haber fallado.
— Quiero preguntarte algo.
— Dime Abigail.
— ¿Porque me mandaste ropa interior?
Lo dijo como si lo que le había enviado era inútil. La vergüenza del rey volvió.
— ¿No te gusta?
— Oh...
Ahora Abigail tenía un rostro extraño. Su aspecto era igual como el día que recibió el regalo.
— Creo que no fue de tu agrado...
El arrepentimiento llegó en ese momento. Fue otro fracaso. Esta vez en verdad quería complacerla.
— Ah bueno, es vergonzoso. No suelo recibir regalos como estos. Suelen quedar más con mi doncella que…
Mientras hablaba, la voz de Abigail se cortó. Parecía como si recién se había dado cuenta de algo.
— Majestad ¿Alguna vez ha conocido a Clara?
Traductora: Mika Y Correctora: Memi